Os conté en alguna ocasión que en Galicia, y supongo que en otras partes también, existía la costumbre de que cada casa tuviera sus propios reclinatorios para asistir a misa.
Aquí generalmente son piezas de castaño realizadas por artesanos locales. Pues esta vez me han encargado recuperar uno para una primera comunión. No os puedo poner fotos del antes por que las he perdido, pero imaginaos la típica pieza ajada de dormir en la "pendella".
Como lo que interesaba era que no fuera excesivamente llamativo, pero también quería darle un toque más fresco, pues la va a utilizar una niña de 8 añitos, pensé en recuperar su aspecto original y tapizarlo en un toile de Jouy en fondo azul agua, como los ojos de Lucía que va estar guapísima.
En el frente lleva unas iniciales cuyo significado no conozco, no se si tiene que ver con su primer dueño o tienen algún sentido religioso.
La tela me encanta, es tan dulce.....en cualquier caso un detalle bonito recuperar una pieza de herencia familiar para una celebración. Si alguien está interesado en uno que se ponga en contacto conmigo que igual le puedo ayudar.
Con estos reclinatorios se pueden hace muchas cosas, no tienen que usarse necesariamente para el uso que fueron concebidos, sacados de contexto y con otra estética resultan sorprendentes, como por ejemplo este que pinté hace ya dos años para colocar en un vestidor.
Era así de triste, pero ahora cuesta verlo en una iglesia ¿Verdad?
